martes, 29 de agosto de 2006

Magia con nuestras fotos, gratis y sin complicaciones

Si Photoshop o Gimp, te resultan muy engorrosos o complicados, una alternativa simple y muy intuitiva:
PhotoFiltre, un programa sin cargo para aplicar efectos especiales.

Instalación, manejo y trucos

Para hacer un poco de magia con nuestras fotos no hace falta ni dominar el GIMP ni el Photoshop. Existe un pequeño programa creado por Antonio Da Cruz que nos mantendrá entretenidos durante horas y hará con nuestras imágenes cosas increíbles sin complicarnos la vida. Se llama PhotoFiltre y se baja gratis de www.photofiltre.com .

La instalación es sencilla, clic en downloads, basta darle doble clic al archivo que se baja del sitio mencionado (English version). Descomprimir y ejecutar el archivo “pf-setup-en.exe”.

Una vez instalada la versión en ingles, nuevamente vamos a www.photofiltre.com ,downloads y allí seleccionamos, “language files for photo…”, seleccionamos “español …) y lo bajamos.

Para instalar la versión en español, debemos arrastrar este archivo recién bajado hasta la carpeta donde se instaló el PhotoFiltre (en program file). En esta carpeta veremos dos archivos, Translation ES.plg y Translation EN.plg, estos archivos .plg son los que busca en orden alfabético el PhoyhoFiltre para establecer el idioma, por lo tanto, le sacamos el espacio antes de EN a Translation EN.plg, y alfabéticamente quedará primero Translation ES.plg y cuando arranquemos el programa lo tendremos en castellano, muy simple.

El downloads se completa con todas las utilidades y archivos que figuran en la página.

Como los otros editores, las imágenes se pueden abrir desde el menú File o simplemente soltando el documento sobre la interfaz del programa o sobre su icono.

Todo el secreto del PhotoFiltre está en el menú Filter. Si bien es cierto que se trata de un editor de imágenes bastante completo, su valor está en la cantidad de efectos especiales que ofrece. De hecho, si necesita usar un filtro de Enfoque o de Desenfoque, es preferible que recurra a GIMP o Photoshop . Pero los efectos visuales de PhotoFiltre son muy numerosos y fáciles de usar. Es verdad que el programa sacrifica flexibilidad por sencillez, pero lo hace con calidad y buen gusto. Por ejemplo, vaya a Filter>Visual Effect>Fog>White (Niebla blanca). Se sobreimprime en la imagen un efecto de nubes o niebla que no puede configurarse, pero que funciona.

Algo semejante ocurre con Deform> Lake Reflection (reflejo de lago). Y aquí vale la pena aclarar que, como en cualquier editor de imágenes, los filtros se aplicarán siempre sobre el área seleccionada, si hay alguna, o sobre toda la imagen, si no se ha seleccionado nada.
Algunos efectos tienen, sin embargo, parámetros que podemos configurar. Es el caso de Frame (Marco), donde es posible establecer el ancho, el color y otros valores. Lo mismo ocurre con algunos de los filtros de Stylize : Tiles (baldosas), Puzzle (rompecabezas), Mosaic y Cross-Point (punto cruz).

Algunos de los efectos más interesantes del programa (y también alguno de los menos logrados, paradójicamente) están en Filter>Artistic . Los filtros que simulan materiales como el óleo o la acuarela son primitivos y se podrán obtener resultados mucho mejores con GIMP , Photoshop y, desde luego, Painter . Pero algunos de los que ofrece aquí PhotoFiltre son excelentes: India ink (tinta china), Black pencil (lápiz negro) e Ink outlines (contornos en tinta).

Texturas y bordes

Seguramente, los submenús Flatten (achatar) y Texture (textura) tienen algunos de los filtros más bellos del programa: Note paper (papel para notas), Photocopy , Fissured (textura fisurada) y Old canvas (lienzo viejo). Glass (vidrio) y Lens (lente), en el submenú Deform (deformar), son también muy interesantes. Al final del menú Filter está PhotoMasque , que aplica bordes rápida y fácilmente a las imágenes.

GIMP y Photoshop, la ruta directa a la selección perfecta

Los trazados o path ayudan a crear selecciones más ajustadas y se pueden modificar fácilmente y guardar en el disco.

Una de las primeras cosas que vimos, es que para editar una foto hace falta, seleccionar partes de la imagen. También visitamos las herramientas que programas como GIMP y Photoshop ofrecen para este fin.

Por el camino

Las rutas o trazados (path). Son una herramienta que permite un trabajo más relajado. Cada vez que hacemos clic con el Mouse se añade un punto de control, y entre uno y otro podemos atender el teléfono o irnos a comer. En cambio, las herramientas tradicionales de selección nos obligan a completar el proceso, entre que presionamos y soltamos el botón del Mouse.
Segundo, cada punto de control se puede editar independientemente.
Tercero, las rutas se pueden guardar para añadirlas luego a cualquier imagen en la que estemos trabajando.
Recordemos primero lo básico. La herramienta para crear rutas tiene el aspecto de una pluma cucharita (en GIMP se observa también una línea ondulada) y se la usa agregando puntos que van quedando unidos por una línea.
Una ruta no es, sin embargo, una selección. Para eso debe usarse Seleccionar>Desde ruta (en GIMP) y botón secundario>Make selection (en Photoshop); en este programa, la operación abrirá un cuadro de diálogo para establecer el difuminado ( feather ) y el antialiasing (suavizado del efecto sierra o escalonado en las curvas) de la selección.

Detalles finos

Cada uno de esos pequeños puntos de control (circulares en GIMP , cuadrados en Photoshop ) esconde un secreto. Al hacer clic sobre ellos con la herramienta Convert point tool (en Photoshop ) o con la misma herramienta con que acabamos de crear la ruta (en GIMP ), el punto de control despliega otros dos, unidos por un eje. Esos dos se pueden desplazar, modificando la forma de la ruta hasta lograr que encaje en el área por seleccionar.
Al principio, modificar los puntos de control puede parecer caótico porque la curva parece hacer cualquier cosa menos lo que estamos esperando que haga. La clave es simple: haciendo clic y arrastrando el punto de control original se establece la longitud del eje de los puntos
Secundarios, lo que establecerá la amplitud de las curvas que se modifican con los controles secundarios. Luego, cada uno de los vértices opera por su cuenta para curvar la ruta. Lleva un rato habituarse, pero luego se vuelve una tarea muy natural. Los expertos usan esta herramienta constantemente.
Ahora, después de tanto trabajo, es hora de guardar la ruta, antes de convertirla en una selección. Es muy útil cuando existe la posibilidad de volver a editar esa foto.
En GIMP la operación es muy simple. En la paleta de rutas se hace clic con el botón secundario y en el menú emergente se elige Exportar ruta. Se guardará como archivo SVG (Scalable Vector Graphics ), que a su vez se podrá importar a cualquier imagen con la que estemos trabajando.
En Photoshop , los trazados se pueden exportar como archivos de llustrator y luego emplazarlos ( Place) en cualquier documento. Posiblemente la forma más sencilla importar selecciones en este programa sea guardando el archivo donde se creó el trazado en formato Photoshop (extensión PSD), que conserva las rutas, y luego abrirlo, convertirlo en selección y arrastrar dicha selección al documento nuevo.
Parece muy complicado pero solo es practica y mas practica.

Eduardo Barracuda